Extraño tu ausencia, tu esencia...
Un día, cuando mira hacia el pasado, estoy segura que lo que diré será: "Todo valió largamente la pena".
Pero hoy miro al vacío y me pregunto si ese día de verdad llegará, si llegará en serio o si sólo es un idealismo, un concepto humanizado del tiempo, una excusa tal como el destino.
Me pregunto si llegará ese día en el que pueda mirar al pasado y diré esa frase en serio. Miro a mis costados y sólo veo mucha gente tratando de ser quienes no son como tantas veces lo intenté yo, para qué negarlo? Sí, en algún momento yo traté de ser como alguien más, hasta que me llegó al p... o intentar caerle bien a todo el mundo, ni si quiera los dulces son igual de sabrosos en todos los paladares.
Hoy, miro al vacío como tantas otras lunas, pienso en las palabras de mi madre, quien a pesar de sus defectos es la única que me apoyará aún cuando yo no tenga la razón sólo porque casi la mato al momento de nacer (estoy casi segura que este hecho la marcó más a ella que a mí ya que yo no tenía conciencia de mi existencia). Aún hoy, a veces me encuentro en mi limbo mental, tan perdida, tan desorientada, aún cuando aparento tanta seguridad, tanta fiereza, en realidad me pudro del miedo por dentro pero yo no aprendí a llorar, yo aprendí a sobrevivir en un mundo hostil, tan cruel sobretodo con nosotras, las mujeres.
Y es mirando al vacío cuando soy consciente de todas las pieles que besé, de todas las manos que rosé, de los corazones que escuché latir y caigo en cuenta de que sólo amé una vez de verdad porque no imaginé mi vida sin él, sin importar donde estuviera o con quién, yo sabía que me amaba como yo a él, aunque él besaba otros labios, yo sólo esperaba el momento en que volviese a mí y no, esperé demasiado, me confié del tiempo y del espacio, me perdí. Lo perdí de verdad, la vida no nos dio la oportunidad de ver nuevos amaneceres juntos. Lo amé, es verdad y lo amo todavía, es difícil aceptar que no está más y que no volverá.
Y tal vez sea este el motivo por el cual me cuesta tanto encontrar pareja, porque tal vez tenga tanto miedo de volver a enamorarme, tal vez porque sienta que la vida no está feliz con que yo sea feliz. Y con esto entendí que la felicidad está en cada uno, que aún sintiéndose tan triste uno puede ser feliz de verdad, nuevas cosas llaman tu atención y te llevan a conocer nuevas experiencias, abrir la mente a otras posibilidades. Llega ese día donde el concepto de amor cambia tanto que el príncipe azul ni siquiera es parte de tu historia, te pasas la vida besando sapos.
Sí, tal vez sean sólo vacíos que quedaron, apenas llantos reprimidos. Tal vez llegue el día en el que pueda volver a enamorarme de verdad, será el día que no sienta temor a sufrir, a sentirme traicionada maltratada.
Yo, tan fuerte, tan autosuficiente, tan independiente, yo, tal vez hoy si quiera que alguien me rescate de mi torre y me lleve a su castillo, montada sobre un caballo y vivir feliz para toda la vida. Tal vez sí quiera que alguien me lleve orgullosamente de la mano, tal vez sólo sean efectos del alcohol o tal vez es la melancolía de pasar otra noche buena recordando que tu llamada no volverá a sonar y hace que me sienta tan enferma, o sólo sea el anhelo de volver a abrazarte la media noche de un 31 de diciembre, o volver a escucharte por las madrugadas y es que todas esas cosas no volverán a suceder en mi vida jamás.
Llevo dentro un invierno infinito esperando el momento exacto para convertirse en el verano más cálido de la vida. Llevo una tristeza tan grande como toda la alegría que pudiera compartir con alguien que esté dispuesto a amarme de verdad, no pido mucho, sólo sinceridad, y tal vez este sólo sea un llamado de emergencia de mí, para mí que me pide que ya por favor te permita descansar en paz amor.
O tal vez sea un grito desesperado de soledad, no sé, porque aún cuando hay tanta gente a mi alrededor un lado de mi cama amanece siempre con la computadora y el celular, cosas que jamás podré abrazar y decirles "te amo" al resplandecer la luz del alba.
Pero hoy miro al vacío y me pregunto si ese día de verdad llegará, si llegará en serio o si sólo es un idealismo, un concepto humanizado del tiempo, una excusa tal como el destino.
Me pregunto si llegará ese día en el que pueda mirar al pasado y diré esa frase en serio. Miro a mis costados y sólo veo mucha gente tratando de ser quienes no son como tantas veces lo intenté yo, para qué negarlo? Sí, en algún momento yo traté de ser como alguien más, hasta que me llegó al p... o intentar caerle bien a todo el mundo, ni si quiera los dulces son igual de sabrosos en todos los paladares.
Hoy, miro al vacío como tantas otras lunas, pienso en las palabras de mi madre, quien a pesar de sus defectos es la única que me apoyará aún cuando yo no tenga la razón sólo porque casi la mato al momento de nacer (estoy casi segura que este hecho la marcó más a ella que a mí ya que yo no tenía conciencia de mi existencia). Aún hoy, a veces me encuentro en mi limbo mental, tan perdida, tan desorientada, aún cuando aparento tanta seguridad, tanta fiereza, en realidad me pudro del miedo por dentro pero yo no aprendí a llorar, yo aprendí a sobrevivir en un mundo hostil, tan cruel sobretodo con nosotras, las mujeres.
Y es mirando al vacío cuando soy consciente de todas las pieles que besé, de todas las manos que rosé, de los corazones que escuché latir y caigo en cuenta de que sólo amé una vez de verdad porque no imaginé mi vida sin él, sin importar donde estuviera o con quién, yo sabía que me amaba como yo a él, aunque él besaba otros labios, yo sólo esperaba el momento en que volviese a mí y no, esperé demasiado, me confié del tiempo y del espacio, me perdí. Lo perdí de verdad, la vida no nos dio la oportunidad de ver nuevos amaneceres juntos. Lo amé, es verdad y lo amo todavía, es difícil aceptar que no está más y que no volverá.
Y tal vez sea este el motivo por el cual me cuesta tanto encontrar pareja, porque tal vez tenga tanto miedo de volver a enamorarme, tal vez porque sienta que la vida no está feliz con que yo sea feliz. Y con esto entendí que la felicidad está en cada uno, que aún sintiéndose tan triste uno puede ser feliz de verdad, nuevas cosas llaman tu atención y te llevan a conocer nuevas experiencias, abrir la mente a otras posibilidades. Llega ese día donde el concepto de amor cambia tanto que el príncipe azul ni siquiera es parte de tu historia, te pasas la vida besando sapos.
Sí, tal vez sean sólo vacíos que quedaron, apenas llantos reprimidos. Tal vez llegue el día en el que pueda volver a enamorarme de verdad, será el día que no sienta temor a sufrir, a sentirme traicionada maltratada.
Yo, tan fuerte, tan autosuficiente, tan independiente, yo, tal vez hoy si quiera que alguien me rescate de mi torre y me lleve a su castillo, montada sobre un caballo y vivir feliz para toda la vida. Tal vez sí quiera que alguien me lleve orgullosamente de la mano, tal vez sólo sean efectos del alcohol o tal vez es la melancolía de pasar otra noche buena recordando que tu llamada no volverá a sonar y hace que me sienta tan enferma, o sólo sea el anhelo de volver a abrazarte la media noche de un 31 de diciembre, o volver a escucharte por las madrugadas y es que todas esas cosas no volverán a suceder en mi vida jamás.
Llevo dentro un invierno infinito esperando el momento exacto para convertirse en el verano más cálido de la vida. Llevo una tristeza tan grande como toda la alegría que pudiera compartir con alguien que esté dispuesto a amarme de verdad, no pido mucho, sólo sinceridad, y tal vez este sólo sea un llamado de emergencia de mí, para mí que me pide que ya por favor te permita descansar en paz amor.
O tal vez sea un grito desesperado de soledad, no sé, porque aún cuando hay tanta gente a mi alrededor un lado de mi cama amanece siempre con la computadora y el celular, cosas que jamás podré abrazar y decirles "te amo" al resplandecer la luz del alba.
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