Meditando sobre esas cosas...

A la gente le gusta hacer suposiciones acerca del amor, de las veces que uno se puede enamorar en la vida, les encanta suponer que lo saben todo acerca de esas cosas y que todas las personas se manejan por esos patrones de comportamiento en masa. Es cierto que hasta los más "duros" de vez en cuando nos enamoramos.

A mi edad (no tan corta pero tampoco, tampoco), sé que uno puede enamorarse más de una vez en la vida, y no son dos. tampoco tres, después del "primer amor", creo que lo que viene es aún tan amor como el "primero". Creo que todas las veces que nos enamoramos de verdad, cada una de ellas, resulta ser "la primera vez". Sí, porque uno ama de diferente forma y con la misma intensidad a cada una de esas personas.

Cuando alguien me pregunta a quién amé más, usualmente me detengo a pensar unos segundos y durante mucho tiempo no sabía qué responder porque era muy difícil diferenciar esos sentimientos tan intensos y sublimes.

Hoy, en cambio, puedo decir que los amé a todos por igual, sólo que de diferente forma. Creo que con cada ser amado somos distintos, es decir, no podemos ser la misma persona con todos porque sacan cosas de nosotros que, en ocasiones ni siquiera nosotros mismos sabíamos que estaban ahí.

Con los años cambiamos, evolucionamos en distintas formas y una de esas formas es nuestro modo de amar, con los años asentamos bases muy propias dentro de nosotros y la experiencia nos da el conocimiento que necesitamos para no "equivocarnos" en el camino.

En realidad, todos tenemos la capacidad de amar, sólo que a veces nos asustamos un poco. Ya sea que tuvimos una mala experiencia inicial y en adelante desconfiamos de todo y de todos, hoy sé que igual hay que lanzarnos porque los arrepentimientos son peores que vivir en carne propia el "amar hasta que duela".

Y, es verdad que en ocasiones nos lastimamos, porque no son las personas las que nos lastiman, somos nosotros con nuestras expectativas sobre ellas. Los idealizamos y nos cegamos, no podemos ver las cosas con claridad a quién tenemos en frente.

Así que, decidí seguir amando así, duro, con todo lo que puedo dar, porque por esta vida una sola vez pasamos y lo único que vamos a dejar son recuerdos. Nada más, personas tocadas con nuestra presencia. Abrazos, besos, miradas, esas cosas que no tienen etiquetas, que no tienen precio, que valen mucho y no se pueden comprar.

Tampoco se trata de ir por ahí entregándose a todo mundo, no. Simplemente que si sientes que puedes amar, hazlo. Si alguien significa muchas cosas lindas e importantes, darle su lugar, hacerle saber que nos importa, que sería bonito acompañarse hasta el final de este camino que es la vida y si no funciona, pues al menos sabrás que lo intentaste y no vivirás preguntándote ¿qué hubiera sido si..? o ¿si le hubiera dicho..?, y tantas otras preguntas que quedarían sin responder.


Por mi parte, voy a amar más, amaré así: hasta que duela. Porque ¿qué es la vida sin amor? 
Me declaro una precursora del amor, pero de ese amor bonito, de quererse bien, con respeto, con sinceridad y transparencia, amar hasta que se pueda y un poquito más. Amar hasta que ya no de más. 

Y de ser cierta la leyenda del hilo rojo, no perder la oportunidad de estar con ese amor por dudar o temer. Muchas veces no nos damos cuenta que el principio del dolor es el temor, todo sufrimiento comienza con un temor, seguido de dolor y de aferrarse a personas que ya no nos aman, e incluso que no amamos por no quedarnos solos o por temor de no encontrar a alguien que nos ame, porque nos cuesta salir de esa zona de confort. Me propongo amar, amar infinitamente, con todo lo que tengo y todo lo que soy, si me equivoco al menos sabré que lo intenté y podre volver a intentarlo hasta que me salga bien.




Comentarios

Entradas populares