TQM!!!


Cada año que pasa conocemos personas, algunas de ellas llegan a nuestras vidas para quedarse, otras están de paso, algunas están con nosotros un tiempo nos dejan huellas y luego se van, otras permanecen en nuestras vidas aún en la distancia, la tecnología de hoy en día nos permite también tener amigos a los que no vimos jamás cara a cara, amigos que permanecen más que en la distancia, en el ciberespacio.

En mi recorrido por el 2010 conocí a muchísima gente, tal vez más que en cualquier otro año, personas que de alguna forma quedaron marcadas. Entre todas las personas que conocí, encontré a una muy especial, una que para serles sincera al principio me confundía con su manera de actuar, tal vez hasta sentí disgusto en ocasiones ante sus actitudes.

Tal vez no la deseaba en mi círculo de amigos, tal vez no era una persona que yo habría pensado que quisiera conocer. No, no me parecía que fuera nada de eso.

Hasta que una noche, estuve presente en una conversación entre mujeres al finalizar el culto, en verdad yo me encontraba hasta algo incómoda ya que antes se habían suscitado algunos eventos infortunados, comentarios que me molestaban y me incomodaban sobremanera. Empezamos a hablar, las chicas que se ponían algo espesas, una de las niñas empieza a desinhibirse al contar sus problemas y en eso “mi personita”, comienza a hablar un poco de sí misma, fue cuando descubrí que lo que me molestaba de ella era que de pronto mi subconsciente reconoció en ella una parte de mí que había dejado hace aproximadamente 8 años. Pude ver en ella esa máscara o escudo protector que solemos crear algunos adolescentes ante el dolor, para ocultar las penas y la culpa de nuestras almas en un lapsus de desgaste emocional innecesario por el que atravesamos casi sin darnos cuenta, una etapa en nuestras vidas en la que perdemos la brújula y creemos que lo que hacemos es correcto.

Entonces sentí que me encontraba conmigo misma, me veía reflejada en ella, recordé a Lalinka, atravesando esa etapa en la que crees que nadie hizo peores cosas que tú, en la que piensas que lo único que vale la pena es la amistad que te une a esas personas que “están contigo siempre”; me vi en ella y por un momento me dolió, me dio nostalgia y a la vez sentí preocupación por ella, pues digamos que no es una etapa muy saludable ni fácil de asimilar, ni simple de sobrellevar, pensé que tenía que hacer algo por ella, sentí que quería que fuera mi amiga, empecé a quererla, me di cuenta de muchas cosas.

Lo triste fue que justamente ella estaba de salida, se iba de viaje. Oré, le pedí a Dios porque haga algo para que no la separe de mi vida, por lo menos no en ese momento, quería acercarme más a ella, pensé que iba ser imposible, ya que como dije, me recordaba a mí misma y digamos que yo no era muy sociable, no me gustaban las “nuevas amigas”; llegué a sentir temor de que ella piense que quiero entrometerme en su vida o que quiero juzgar sus actos. Y la verdad es que yo no sabía en qué estaba metida ella y no me importó, yo igual la quería en mi vida. Entonces sucedió lo que no imaginé nunca que pudiera suceder. ¡¡Dios es bueno!!

Mi mejor amiga de la iglesia y confidente, estaba en la misma ciudad a la que “mi personita” viajó, es más, vivían juntas. Le agradecí tanto a Dios por ello. Mi amiga es una chica muy linda, muy buena, es una de esas poquitas personas en la que puedes confiar, no te juzga, no le cuenta a otros tus cosas y sobre todo me aconsejó y levantó mi moral en mis peores momentos.

Fue entonces cuando le pedí que por favor no la dejara ir así nomás, oraba por ambas, lo hago hasta ahora. Recuerdo que le dije: Greyci, tenle paciencia, ella no es mala, por favor, sólo necesita cariño.

Y la verdad es que yo no sabía mucho de “mi personita”. Sólo tenía la certeza de que estaba en algo que no era muy bueno que digamos. Mi amiga y yo lo conversamos y oramos por ella.

Con el tiempo la comunicación entre “mi personita” y yo, se hizo más frecuente, con ello empecé a descubrir que efectivamente, yo estaba reflejada en ella.

Me contó en los asuntos en los que estaba metida y la verdad no es como para mandarla a matar, le agradecí a Dios que sólo se trataba de eso, pues hay cosas peores a las que los jóvenes estamos expuestos y conozco la gran mayoría.

Sé que ahora ella debe estar mejor y espero que tanto “mi personita” como mi amiga puedan volver este año, lo anhelo mucho. Las extraño.

Pero “mi personita” tiene nombre propio y la verdad que su nombre es muy bonito; ella es: Génesis Ariana.

Y la quiero rete-harto desde lo más profundo de mi yema interior (Huevo Cartoon).

Sé que va a leer este post, y más allá de esperar que le guste, espero que sepa lo mucho que la quiero y que siempre está en mis oraciones al lado de Greyci.

Un abrazo súper-fuerte a todos y que Dios los bendiga siempre!!

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