Gracias Papito Lindo


Cuando me pongo a pensar en las cosas que me sucedieron en la vida, sólo puedo decir: Gracias Dios.

He aprendido que sobre todas las cosas debo ser agradecida siempre, aún cuando todo me sale mal, aún cuando me equivoco.

He aprendido a querer incluso a la gente que me hizo daño de algún modo.

Tengo tantos motivos para agradecerle a Dios, cada despertar, cada plato de comida, cada sonrisa de un extraño en la calle, la mirada de mi madre, la voz de mis sobrinos, los consejos de mi padre, las broncas con mis hermanos, las caricias de mi abuelita, las reconciliaciones con mis amigos, los abrazos de cariño, cada cosa que pasa por mi vida y la hace hermosa.

No hay motivo para amanecer amargada con la vida, incluso cuando hay dolor en algún órgano, las cosas en este mundo son pasajeras, hay que vivir cada día agradecidos, es todo lo que nos queda. Dios ha sido muy fiel y muy bueno conmigo.

He comprendido que me guarda y he visto que hasta a aquí me ha protegido y ayudado aún cuando no lo he merecido. Me ha librado de las enfermedades, a las que yo me he expuesto de una manera casi suicida, como cuando regreso tarde por la noche y aún cuando llueve, no me abrigo y voy conduciendo la moto, expuesta a una pulmonía, también de accidentes, cuando voy "volando" a algún sitio, o cuando bailo y bailo sin parar sin tomar suficiente agua, es que soy joven e imprudente.

Sí, en mucho Dios me ha ayudado, me ha enseñado a amar con sinceridad, a perdonar de a deveritas, a no guardar rencores y sobre todo ha cuidado por mucho mi vida. Ha sanado mi corazón más de 70 veces 7, y a pesar de todo está siempre a mi lado, aunque a veces hago y digo cosas que lo lastiman.

Me ha dado muchos amigos y hermanos del alma, me ha regalado tantísimas noches estrelladas y me hizo tan perfecta que me asombra. No digo que yo sea perfecta, no, yo cometo muchos errores, digo que Él hace las cosas perfectas que su creación es perfecta, Él es perfecto.

A veces me imagino a Dios sonríendo cuando trato de armar alguna coreografía y me confundo con mis pasos, me imagino a mi Padre regocijándose en mi danza, en mi voz cuando canto. Sé que a lo mejor eso le hace feliz, que alegra su corazón cuando salto, bailo y me gozo en su presencia.

Como también me imagino su sufrimiento cuando le doy la espalda y me hundo en mis cosas, cuando me alejo de Él para sufrir en silencio, cuando no quiero ver la luz de su amor, cuando me frustro en mis fuerzas y lloro sin cesar en noches oscuras. Cuando no quiero recibir su abrazo de consuelo y restauración.

Me imagino a Dios, amándome cada día, pensando en qué planes tiene para mí. Me imagino a mi Papito Lindo pensando en el almuerzo que comeré, en la cena que a lo mejor rechazaré por cuidar mi figura.

Me imagino cuando bebo agua, su preocupación y su cuidado para que no me falte nada.Mucha gente no puede beber agua como nosotros, la tiene que comprar a precios muy elevados. Y yo, por un Nuevo Sol la obtengo en cualquier esquina.

Así es que me siento muy, pero muy privilegiada de tener un Padre tan hermoso, tan bueno, tan fuerte, tan fiel, tan cariñoso, tan cuidadoso, tan... todo, todo, todo.

No encuentro palabras para describir tanto amor, tanta gracia. Tanto bien me hizo tu amor. Tanto amor me da tu bien Señor.

La vida tan llena de colores, de sonidos, de tantas cosas. Sólo caminemos, caminemos sin cargas, caminemos a gradecidos. Sí, vayamos sin odios, sin nada que nos detenga en el hermoso viaje que nos toca. Conociendo de todo un poco, alcanzando meta tras meta. Hasta llegar al final de la carrera, siempre victoriosos en Cristo.

Te amo Dios. Eres la experiencia más hermosa de mi existencia y la persona que más amo en mi vida!! <3<3

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