No he perdido nada


En el fondo siempre supe que mamá tenía razón ¿pero cuando se equivocan las mamás?


Ella me dice: “Laura, el corazón de una madre sabe cuando su hijo va ser feliz y cuando lo van a hacer sufrir y el mío me dice que este chico no te quiere”.


Terca como mi padre, decidí no escucharla, hice lo que mis emociones me pedían que hiciera, “el corazón es ciego” - lo leí en algún libro de los tantos que llenan mi memoria. Sí, el corazón es ciego pero tus amigos no. El corazón no piensa. Ama sin importarle si es correspondido, la razón es la que te saca de los líos del corazón, me dijo: “mamá tiene razón. Escúchala.”


No escuché, decidí que estaba bien hacer lo que sentía, decidí amar y me equivoqué.
No puedes obligar a otra persona a sentir lo que quisieras que sienta, ni a hacer lo que quisieras que haga, descubrí que el corazón también es loco, pero en el fondo es muy sensible, cuando está muy expuesto puedes ver y conocer muchas cosas que antes no sabías de él, pues también es como un niño, cree todo lo que le dicen, perdona sin reproches, confía de verdad. Pero cuando se siente herido, cuando lo lastiman se parte en pedacitos, se deja morir en nuestro interior, la que queda pagando los platos rotos es la razón, que aún estando aturdida busca soluciones, se calma, trata de llenarse de ideas para dejar de pensar en el dolor que la muerte del corazón le está produciendo, pues aunque son diferentes ambos se necesitan, la razón pone las ideas y el corazón la pasión, la razón lucha hasta que el corazón se recupera.


Entonces le enseñé al corazón que mamá siempre tiene la razón, que debemos escucharla más seguido.
De un tiempo acá me siento nuevamente yo, o una nueva “yo”. Me encontré en la oscuridad de este cuento de hadas sin duendes, en esta tragedia sin muerte.


Todo es igual que antes, sólo que ahora tengo más años y menos tiempo.
No creo haber perdido nada, creo que nunca perdemos nada, la vida sólo nos da la oportunidad de ganar, cuando algo nos hace daño ganamos la fortaleza para superar otros obstáculos, cuando alguien se va de nuestras vidas ganamos el recuerdo y los momentos vividos, incluso si hacemos cosas malas y tenemos un castigo, no hemos perdido nada, nos ganamos lo que recibimos.


Todo sigue siendo lo mismo, excepto que gran cantidad de amigos y conocidos, incluso menores que yo, ya se han casado o tienen familia propia. Quedan muy pocos de esos amigos con los que uno sabe que puede contar en cualquier momento y lugar, pero aun así, no hemos perdido nada porque ganamos nuevos amigos, personas que se cruzan en tu vida sin explicación alguna y te ayudan a superar tus tormentos. Que comparten contigo su tiempo, su vida. No hemos perdido nada.


Sí, los amigos son como ángeles.


La cosas que me gustaban hacer antes me siguen gustando ahora, andar en moto cuando llueve, ir a pasear por la carretera, regresar caminando a mi casa conversando con alguien, ir al cine y otras cosas. Aunque las había dejado mucho tiempo, he ganado ganas de hacerlas y las hago mejor, no he perdido nada, he ganado nuevas cosas que hacer, ahora me gusta la fotografía y los aviones, y sigo bailando, escribiendo y cantando.
Pero nada ha cambiado, la vida sigue y el tiempo es enemigo y amigo fiel a la vez. Enemigo porque cada segundo que marca mi reloj biológico me recuerda que me voy poniendo vieja; amigo fiel porque el tiempo nunca es ajeno a mí, porque me hace saber que aún estoy aquí, cada día es una esperanza para alcanzar mis metas.
Pero nada ha cambiado, mis hermanos siguen siendo mis hermanos, claro que físicamente no son los mismos que cuando niños, antes los mayores cuidaban de mí, ahora ya tienen hijos propios por quienes velar y yo… yo cuido a mis hermanos menores. Aún así, no he perdido nada, pues aunque ya no vivamos bajo el mismo techo siguen siendo míos y he ganado sobrinos.


Sí, las cosas no han cambiado, mi mejor amiga sigue siendo mi mejor amiga, aunque ella tiene su pareja y estudia, y pasa más tiempo, muchísimo más tiempo entre el enamorado y los estudios que conmigo, pero yo tengo un trabajo y un grupo, así que no he perdido nada, el tiempo que ella se toma con su pareja yo me lo tomo en la oficina y en los ensayos por lo que nos queda el mismo tiempo para estar juntas. No he perdido nada, he ganado mi experiencia y la suya juntas, ya saben como funciona esto. Lo sabemos casi todo la una de la otra, he ganado también historias que contar.


Mis padres siguen siendo mis padres, aunque con unas arrugas más y algunos kilos menos, mamá tiene más consejos que darme y papá menos motivos para estar molesto, no he perdido nada, he ganado noches para compartir con ellos en lugar de estar comiendo en algún restaurante. He ganado sus abrazos de consuelo en noches tristes, no he perdido nada.


La vida sigue siendo igual, no ha cambiado en nada, mi enamorado ya no es mi enamorado, somos los mismos amigos que fuimos al principio, aún así no he perdido nada, las cosas que pasamos juntos las compartimos, compartimos tiempo, espacio, sentimientos diferentes, compartimos decisiones, compartimos nuestra historia, yo quedaré en la suya y él en la mía; no hemos perdido nada, hemos ganado ahora libertad, hemos ganado experiencia, no he dejado nada, sólo acepté mi vida tal cual es, ahora estoy conmigo misma otra vez, tengo al corazón en su sitio, con una cicatriz nueva, he ganado muchas cosas, no he perdido nada. He ganado la oportunidad de empezar de nuevo, he ganado mucho.


Mi vida sigue siendo mi vida, no he perdido nada. Le doy gracias a Dios, incluso por el dolor y no he perdido nada, he ganado fe, fe en que las cosas siempre pueden estar mejor, no tengo nada que reclamarle a nadie, todo lo que di en la vida, lo di por voluntad, lo di porque quise, no he perdido nada, lo que hice por los que me rodean lo hice por amor, porque quise hacerlo.


No he perdido nada.

Comentarios

Odalys Gll ha dicho que…
bien eh!!! xD
no se como escribes tanto :P es mucho tiempo, a mi se me iría el hilo por q provablemente escribiría en dos seiones...
jeje, salduos, oye!! te tengo en mis "latras bonitas"

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