La vida te da sorpresas

Y yo digo: nada pz...

La vida es así, te da sorpresas. No tienes idea de lo que te puede suceder hasta que sucede. Te caen como baldazos de agua fría, noticias de último minuto. Los accidentes y cosas así. Hace unas semanas recibí una llamada:

- Laurita ¿dónde estás?

- Disculpe ¿con quién hablo?

-Soy Sara. ¿Dónde estás?

- Hola amiga... en mi trabajo ¿por qué? ¿qué te pasa?¿qué has tenido?

- Vete al hospital ahorita Laura.

-Qué hay en el hospital, qué has tenido?

- Nada yo amiga, es Lidia.

-Qué pasa con Lidia?

- Está en coma.

-Qué? No seas loca, no juegues con eso.

- No estoy jugando. Yo voy a ir en un rato, allá nos encontramos.

Era mi compañera de promoción, Sara, me llamaba para avisarme que Lidia, una de mis mejores amigas del colegio en quinto año, se había accidentado y tenía que ir a verla en el hospital, hice un esfuerzo y salí escapándome por unos minutos del trabajo para hacerlo.

Llegué, ahí estaban Sara y otras dos compañeras. Le pido a Sara que me acompañe a la habitación de Lidia, ya que yo le tengo cierto grado de terror, ella accede y entramos al hospital.

El señor que cuida la puerta de entrada a los pisos donde están los enfermos internados no nos permitía entrar porque eran más de las cuatro de la tarde, le hice una escena de llanto y nos dejó pasar.

Subimos al cuarto piso, al fondo del callejón, la zona para traumatología, hay una puertita. Llegamos hasta ella, una enfermenra nos atiende y nos dice que sólo una va pasar, Sara y yo nos miramos y ela me dice: Vé tú. Entra tú.

Yo paso, llego a la puerta de la habitación, habían seis personas echadas en seis camas, no lograba reconocer a Lidia, de pronto en la segunda cama del lado izquierdo de la habitación veo a una chica con cabello negro y largo, le miro la boca y era Lidia; tenía un lado de cara hinchado, justo a lado del ojo derecho, su párpado parecía un globito con agua. Me impresionó mucho, me acerqué, le hable despacito, ella en una reconoció mi voz. Me quedé por un tiempo prolongado con ella, que me hablaba despacito, muy bajito, me cogía de la mano y me decía que quería salir de ahí pero que no podía sostener firme su cabeza sobre su cuello.

Escuchándole hablar se me salían las lágrimas pero no permití que ella se enterase que yo estaba llorando, no quería deprimirla. Los doctores dicen que tiene una fisura en el cráneo, que probablemente hay coágulos de sangre y que posiblemente van a tener que operarle. En fin, salí del hospital más tranquila porque ella había salido del estado de coma. Se había accidentado, no en moto, un ómnibus chocó el motocarro en el que ella iba y la dejó así de mal.

Ahora está recuperándose, espero poder verla pronto, la quiero mucho y es horrible ver a alguien que quieres en ese estado.

Cuiden sus amistades, nadie sabe cuando llega la muerte a su existencia, nadie puede decir "mañana me moriré" con la seguridad de que así será. Vivan amando a las personas que los rodean, así si llega la desgracia en el momento menos esperado (que es como siempre llega) podamos descansar en paz.