Sólo soy yo...

¿Alguna vez te ha pasado que quieres y deseas mucho que suceda algo y cuando al fin sucede sientes que de pronto y no puedes quedártelo? ¿Como que lo tienes ya, sólo para tí y no te sientes capaz de quedártelo porque tienes miedo de que estando a tu lado le suceda algo malo?¿o como que en algún momento va salir esa parte de tí que controlas con estricto cuidado?¿ o sencillamente te da tanto miedo afrontar una nueva situación en tu vida que hasta sientes que aquello que tanto querías como que ya no lo quieres?

Pasa que en esta oportunidad me sentí terriblemente mal conmigo misma porque me pasó algo así o parecido...

aunque finalmente había llegado a ordenar mis pensamientos y sentimientos con mucho trabajo de por medio. 

Igual y  se terminó, y la verdad no sé qué rayos me pasó, se supone que yo no soy el tipo de chica caprichosa que una vez que lo tiene ya no lo quiere, pero ¿saben una cosa? en realidad no se trataba de eso necesariamente, sólo tenía miedo de dejar mi mundo, ese en el que vivo yo solita, ese que no lo comparto con nadie, y había decidido ser diferente y dejarlo, salir de mi cajita de cristal protectora y a la vez autodestructiva, ya que gracias a ella me estoy quedando cada vez más sola, pero es que me gusta mi soledad... continuando con lo que iba diciendo, había decidido compartir mi pequeño gran universo con alguien más  y de pronto todo lo que había construido en este corto tiempo de trece días aproximadamente se fue al agua, pensé que lo había logrado, que había superado mis miedos, pero no, sigo siendo yo, sigo estando aquí con ese caparazón fuerte que nunca me ha permitido querer más allá de mí misma, hasta suena egoísta.

No es la primera vez que no puedo estar con alguien más de dos semanas, pero esta vez me dolió mucho, porque dejé ir a alguien muy especial, diferente a muchos tipos que he conocido hasta el momento, no soy del todo culpable, en realidad hice mi más grande esfuerzo, pero las circunstancias hicieron que mis esfuerzos se desvanecieran y me diga a mí misma "no Laura, no sigas, no quieras ver en qué va terminar esto luego cuando tenga que irse definitivamente"... y pues eso fue lo que pasó.

No suelo hablar de cosas personales porque me cuesta mucho trabajo, pero al escribirlas me siento más libre y en serio me siento mejor. 

El dolor pasa y la vida continúa, cada uno con sus temores, virtudes, faltas, aciertos, desventuras y momentos felices, sólo es cosa de echarle ganas. Por mi parte yo seguiré escribiendo cosas que se me ocurran y continuaré siendo yo, un poco lunática, un poco sentimental, un tanto atrevida, y nada más tantito de seria...pero así soy yo.