Sacado del baúl de los no publicados jamás...

Cuando tengo unas pervertidas ganas de gritar como las tengo ahora y siento que al mundo no le interesa, y de pronto se me pone la piel de gallina y cuchucientos recuerdos de un pasado no muy feliz que digamos golpean uno tras otro mi mente y la ovacionan de malos ratos.

Cuando tengo la necesidad de un abrazo, pero uno de esos que te llenan los espacios vacíos del alma y te calman o por lo menos te hacen sentir que no estás sola.

Siento rabia, no sé hacia quién, tal vez a mí por mi negligencia personal o por la impotencia de no saber en qué irá a parar mi vida.


Tal vez es sólo la rabia de haber cometido errores que jamás podré enmendar. Pero siento una rabia maldita de esas que sentía a los doce años cuando Briam estaba con Barbie, la tonta que quiso demostrarle a todos que es mucho más bonita que yo, lo cual realmente me importa un rábano, pero lo que con toda sinceridad golpeó mi alma fue que Briam, quién en ese entonces era para mí el universo entero con todas las constelaciones de estrellas conocidas y por conocer; se haya fijado en ella o como lo dijo él mismo en su momento, se había dejado llevar por las circunstancias. Puta que rabia... pero ahora no pasa eso, lo único que quiero es un abrazo sincero de una de esas personas que saben de mi respiración agitada y mis bellos parados de la histeria que me provoca la impotencia de no poder hacer ni decir nada de lo que me está matando, sólo quisiera tener a una de esas pocas personas que conocí en mi vida que saben lo estúpida que me pongo cuando me da un patatú.

Necesito a esa persona que en los momentos más críticos me gritaba tomándome de los brazos diciéndome: todo va estar bien... no te preocupes.

Y en el silencio de los "soporta pellizcones" llenos de ira, que en son la máxima expresión de una rabia adolescente incontenible y reprimida.

Sí, una maldita rabia de quien tontamente cree canalizar su ira cuando lo único que hace es envenenarse a sí misma.

El alma reventada de dolor que habita en mi corazón que grita desesperada sin desear que alguien la escuche... sólo quisiera a una de ellas.. sólo a una de las .. sólo a una.. a la que me hace pisar tierra firme cuando me estoy hundiendo o por lo menos eso es lo que siento en silencio, en la oscuridad de mi alma... sólo necesito un fuerte: cálmate, tránquila! - Que tal vez nunca más escucharé como en aquellos años en los que creía que el mundo entero era cruel con todo, no solo conmigo sino con todos, porque encontré a personas que tanto como yo tenían dolores incontenibles pero aún así hacias esfuerzos sobrehumanos para sonreír cada día con la sinceridad de querer creer que el mundo puede ser mejor a pesar de todo.

Basta una palabra, un : ¡te estoy escuchando, mierda!

Y me quedo tranquila.

(22-05-2009)

Debí haber estado muy deprimida para escribir esto... jajajaaj... bueno, quién no ha vivido momentos así.

Comentarios

Entradas populares