Qué tal paseito

Les cuento que ayer martes 10 de marzo, me fui a dar un paseo por la carretera ( ojalá hubiera sido paseo), hasta el kilómetro 32, un poco más allá del botadero, que es un asco. Fue el peor paseo de mi corta vida, de ida el chofer de la combi puso cumbia durante toooodo el trayecto, cuando la radio se callaba yo pensaba que iba a cambiar de emisora o apagarla, pero no! sólo estaba poniendo otra cumbia, de lo peor, iba tratando de hacer oídos sordos a un "ojalá que te mueras", que parecía eterno. Llegué a mi destino, todo bonito, hasta que tuve que regresar, en el camino de regreso, me subí a una combi que parecía ser la salvación en medio de la carretera desolada, donde ves jungla por los lados, y pareciese que un animal salvaje va salir a comerte.Resulta que en la combi había un niño que se veía tan inocente e iba en las piernas de una chica que parecía ser su hermana, y nadie imaginaría que se comió un par de sandías algo soleadas y empezó a vomitar, ensució a una señora que iba delante de mí (yo estaba en el asiento que va delante de todos, ese que es larguito de una sola pieza, y junto a la puerta donde estaba el cobrador que estaba muy muy cerca de mí y yo hacía modos para pegarme al espaldar, por lo que terminé con un dolor de cuello que de descubrí al día siguiente, con lo pequeños que son esos vehículos ya se imaginrán la situación que estaba pasando) fue una cosa horrible, seguía el trayecto, no veía la hora de llegar a la ciudad, nunca había estado más desesperada por estar en mi casa, mientras pensaba en qué estarían haciendo mis amigos a esa hora y si me extrañaban almenos un poquito, la señora a la que había vomitado el niño,empezó a soplarse la nariz, yo estaba muerta del asco, pero tenía el alivio de que por lo menos no sonaba cumbia por ningún lado, y que estábamos llegando al terminal donde se bajaron esas personas que me habían perturbado durante el camino con sus, enfermedades y peor aún las que se quejaban del niño, que además había sido arrojado de las piernas de su hermana, qué malvada. Llegué a mi casa...por fin!! y pues fui feliz. Cuidense mucho un abrazo a todos y les doy un consejo: siempre lleven mentol a donde vayan, uno nunca sabe cuando se encontrará con un niño vomitón, o una señora moquienta.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
jeje

povechita

mas salada ps eres

jejeje

mentira amiguita

hare caso a tu consejo =)

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